En
ese frío atardecer de invierno envuelto en el silencio y la soledad,
no podía soportar el estremecimiento que tenía en mi
alma por un desengaño amoroso, cuando observé que se habían
apagado los leños del hogar. Pero luego me renacieron unas cálidas
esperanzas, cuando acompañado de una copa de vino, me senté a ver
el alegre danzar de las nuevas llamas en los leños encendidos.
Seleccionado
VIII Concurso de microrrelatos.
Incluido en el libro: Pluma, Tinta y Papel VIII.
Diversidad Literaria. España. Marzo 2019.
Incluido en el libro: Pluma, Tinta y Papel VIII.
Diversidad Literaria. España. Marzo 2019.
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