En la habitación del hotel frente al mar donde estuvo
pasando las vacaciones, se despertó un día en el amanecer al sentir un beso
húmedo y salado en sus labios. Entonces el poeta tuvo un presentimiento y luego de levantarse rápidamente, se dirigió corriendo hacia la playa, donde allá a lo lejos e iluminada
por el sol de la mañana, le pareció distinguir la cola plateada de una hermosa sirena danzando
sobre las olas del mar.