lunes, 26 de diciembre de 2022

Anécdota de radio

Un miércoles a las tres de la tarde jugaban River y Boca, el superclásico del fútbol argentino. Yo era simpatizante de River, pero los tres compañeros de la oficina eran fanáticos de Boca y como yo era nuevo, era blanco permanente de sus chanzas y cargadas. El Gerente también era de River, pero con él obviamente no se metían.

Como el partido no lo daban por televisión, la única alternativa era escucharlo por radio y ese día fui preparado para mi venganza, en complicidad con el Gerente, que el día anterior aplaudió mi idea con una sonrisa.

El día del partido, llevé la radio con cassette, donde había grabado tres goles de River a Boca, en el relato de Víctor Hugo Morales, un prestigioso relator de fútbol en Argentina.

Justo a las tres de la tarde, el Gerente, llamó a una reunión urgente a los tres en su oficina privada, para analizar las fechas de los trabajos, que estaban muy atrasados. Esto les causó sorpresa y desazón, porque ellos estaban prestos para escuchar el partido por radio, mientras realizaban sus tareas.

Entonces, en el momento que los tres compañeros estaban hablando con el Gerente, puse la radio en la oficina general donde me encontraba. Como premeditadamente la puerta de la oficina vidriada del gerente quedó semiabierta, el relato de Víctor Hugo les llegaba como una especie de murmullo.

Ya al minuto de juego, intercalé el cassette grabado y el grito espectacular del primer gol de River en la voz de Víctor Hugo, les llegó nítido a sus oídos, mientras el Gerente les estaba dando instrucciones. Repentinamente, los seis ojos desaforados de los hinchas de Boca me miraron confundidos y consternados, mientras veía una sonrisa reprimida en el rostro del Gerente.

La reunión continuó en la oficina, mientras puse en la radio el relato normal del partido, que por otro lado era muy parejo y luchado. Hasta que a los cinco minutos, otra vez intercalé el cassette con el grito del segundo gol de River.

Otra vez los seis ojos se volvieron instantáneamente hacia donde yo estaba y había angustia en ellos, mientras el Gerente le seguía hablando, con cara de satisfacción.

Luego mientras continuaba la reunión, a los diez minutos puse nuevamente la grabación con el tercer gol de River, que en el relato de Víctor Hugo, esta vez hizo vibrar el aire de la oficina. Entonces, los tres ya no aguantaron más, salieron como una tromba y se abalanzaron hacia donde yo estaba.

— Che loco, ¿ya va ganando River 3 a 0? ¿Qué es lo que pasa con Boca? Me dijeron cuando llegaron desaforados a mi lado.

De pronto, cuando escucharon que el partido iba 0 a 0, lo comprendieron todo y me miraron enfurecidos. Fue el Gerente que me salvó, cuando desde atrás, los llamó con cara seria, para continuar la reunión.

Por suerte, para mi integridad física, ese partido lo terminó ganando Boca por 1 a 0, con un gol en el último minuto de juego y aquella desesperación de mis compañeros, con aquel odio salvaje hacia mí, quedó como una anécdota en el recuerdo, ante la alegría del triunfo.



Seleccionado Concurso “Prendí la radio y se encendió el aire”

Incluido en el libro del 25º aniversario de la radio Universidad- FM CALF.

Universidad Nacional del Comahue. Neuquén. Argentina. Abril 2013.

martes, 20 de diciembre de 2022

La echo de menos

Era una flor de divinos colores

y al verla la ansiedad me dominaba,

sus labios de canela imaginaba

y en los besos bebía sus dulzores.


Entre aquellas esencias y fragores

la pasión de su amor me iluminaba,

pero esa imagen que me fascinaba

dejó a mi alma llena de sinsabores.


Ahora busco aplacar mis pesares

en otra flor de tonos disipados,

que perfuma mi vida en suave brisa.


Pero aún recuerdo los azahares

de aquella flor de días agitados,

y echo de menos su bella sonrisa.












Finalista VII Concurso de Sonetos. Te echo de menos.

Incluido en el libro El lago de las esmeraldas.

Creatividad Literaria. España. Diciembre 2022.

Ya no te amo

Eras como el espejo de mi vida

pero cuando trataba de mirarme,

me reflejaba desnuda ante ti.

Nunca fuimos la pareja perfecta,

y no pudiste llegar a entregarme

aquel ardiente amor que imaginabas.

Ahora mirándome ante otro espejo

ya no hecho de menos aquel cariño,

porque bien reflejada, te he olvidado.









Finalista VII Concurso de Micropoesía. Te echo de menos.

Incluido en el libro El lago de las esmeraldas.

Creatividad Literaria. España. Diciembre 2022.

Ingrato desenlace

En ese duelo dos hombres con revólver en mano están por dirimir sus deseos de obtener los favores de la bella dama, quien espera inquieta por el resultado del desenlace. Ella sonríe vagamente, sin ocultar la satisfacción vanidosa por la cual esos dos hombres están dispuestos a ofrendar su vida por ella. Pero a solo a uno de ellos ella quiere y lo echaría de menos. Suenan dos disparos. Ahora, ella está llorando.









Finalista VII Concurso de Micronarrativa. Te echo de menos.

Incluido en el libro El lago de las esmeraldas.

Creatividad Literaria. España. Diciembre 2022.

Amor embrujado

Vi tu imagen desnuda

brillando en el ocaso.

cuando ya el sol caía

Entonces fui hacia ti

y al emerger la luna

logré al fin alcanzarte.

Allí sentí tu beso

y una suave caricia

que recorrió mi piel.

Es que mis dulces sueños

son aliados ansiosos

de tu embrujo de amor.






Finalista VII Concurso de Poesías. Embrujados.

Incluido en el libro La vendedora de flores.

Creatividad Literaria. España. Diciembre 2022. 

Libro de terror

Cuando ya caía la tarde, un joven comenzó a leer en la biblioteca un libro de terror. Describía que cuando el hijo de un exitoso actor de cine leía un libro en la biblioteca del pueblo, un espectro espantoso se había introducido en el living de la mansión de su padre en el anochecer, y lo degollaba horriblemente. Mientras leía, al sentirse asemejado con esos acontecimientos, la inquietud fue invadiendo su mente. Justamente su padre era un famoso actor de cine y las características de los personajes del libro eran coincidentes.

Entonces, muy nervioso, devolvió rápidamente el libro a la bibliotecaria sumido en tétricos pensamientos. Luego salió corriendo por las calles entre la incipiente niebla del anochecer, hacia la mansión donde vivía con su padre. Una nefasta intuición dominaba su alma y comenzó a sentir esa particular y ominosa sensación angustiante que produce el miedo a lo desconocido, mientras su corazón palpitaba con una fuerza inusitada.

Cuando finalmente llegó a destino, abrió la puerta y se dirigió prestamente al living. Al entrar, quedó completamente anonadado cuando vio entre las penumbras aquella escena descripta en el libro. Justamente en ese mismo momento, un espectro espantoso estaba degollando a su padre, envuelto en un charco de sangre. Mientras tanto, éste, sentado en su sillón, estaba mirando tranquilamente su nueva película que estaba basada en ese libro de terror, y que fuera estrenada recientemente en la televisión.






Finalista VII Concurso de Cuento breve. Embrujados.

Incluido en el libro La vendedora de flores.

Creatividad Literaria. España. Diciembre 2022.

lunes, 19 de diciembre de 2022

Recuerdos

Tiene añoranzas.

Sus recuerdos de ayer

están muy tristes


Al recordar

acuden los olvidos

a su memoria.


Recuerda el nido

pero hace que lo olvida

infiel pingüino.









VIII Concurso de Poesías Haikus. Recuerda.

Incluido en el libro La llamada del mar.

Mundo Escritura. España. Diciembre 2022.

Ya no estás

Ya no estás en mis sueños

ni escucho tus palabras,

pero viendo esta foto

me adentro en el pasado,

buscando oír tu voz.


Ya no estás en mi vida

ni espero que retornes,

pero viendo esta foto

mi corazón palpita,

recordando tu amor.









VIII Concurso de Minipoemas. Recuerda.

Incluido en el libro La llamada del mar.

Mundo Escritura. España. Diciembre 2022.

Polvo del pasado

Cuando el anciano entró en el desván para limpiarlo, tardó un tiempo para adaptar la vista de ese lugar obscuro y polvoriento, que olía a humedad. Habían fotos, libros, un viejo televisor, una heladera, una máquina de escribir, una radio a válvulas, un violín, y muchas cosas más, que le produjeron una profunda melancolía. Entonces, pensó que no tenía sentido limpiar todos esos recuerdos, porque tarde o temprano, volverían a estar cubiertos por aquel triste polvo del pasado.









VIII Concurso de Minicuentos. Recuerda.

Incluido en el libro La llamada del mar.

Mundo Escritura. España. Diciembre 2022.

domingo, 18 de diciembre de 2022

Entre dos mundos

El poeta se encontraba escondido detrás de un inmenso arbusto, completamente inmóvil. Como si el tiempo se hubiera detenido, sus ojos estaban expectantes esperando pacientemente bajo la claridad de la luna el inicio del incendio de la mansión. Las llamas del gran toldo lo hipnotizaron al comenzar a aparecer por doquier, las que luego lograron alcanzar a la mansión en un maléfico frenesí.

Al llegar los bomberos, atacaron el fuego con sus escaleras y largas mangueras, semejando enormes corceles que exponiendo sus cuellos al enemigo libraban enfurecidos la batalla. Mientras observaba oculto el dantesco espectáculo, repentinamente el estallido de un trozo de mampostería impactó como un proyectil en su cabeza. Y ya no hubo más llamas, ni bomberos, ni corceles, envuelto en la nada y la oscuridad.

Cuando el poeta despertó en la madrugada tendido bajo el arbusto que lo ocultaba, la luna y el fuego ya habían desaparecido. El golpe le había provocado una amnesia tan profunda, que desde ese momento ya no supo quien era, ni quien fue. Completamente obnubilado, caminó y caminó sin rumbo, sumido en una completa incertidumbre. Las penumbras de la noche empezaron a disiparse e hicieron emerger el incipiente amanecer, cambiando la melodía del paisaje con el color que le otorgaba la luz.

Al llegar a un inmenso parque, entre las sombras que se iban perdiendo, emergió radiante el sol en el horizonte y comenzó a descorrerse por completo el velo de aquella larga y angustiante noche. Embargado por la belleza del todo, como por arte de magia su desesperación se disipó. El cielo azulado disputaba su belleza con el imponente manto del sol, que parecía sostenido por duendes dorados.

En ese parque pintado de diferentes tonalidades de verde, el poeta percibió en esa dulce frescura del amanecer el gorjeo de los pájaros y se deleitó con el aroma de las flores, envueltas en un maremágnum multicolor de mariposas. En esos momentos de su existencia, pudo gozar de la poesía de la vida, sumido en la belleza de la naturaleza.

Al principio no había nadie en el inmenso parque y no debió preocuparse por esconderse de miradas ajenas, pero a media mañana aparecieron los niños. Entonces se divirtió viéndolos jugar y luego se deleitó observando las esculturas y monumentos de numerosos artistas plásticos. Al caer la tarde se sentó en un banco de madera, en un espacio florido rodeado por verdes árboles. Bajo la sombra del frondoso ramaje, pretendía leer dentro de su mente y solo hallaba penumbras, mientras la brisa fresca de la primavera acariciaba suavemente sus mejillas.

¿Podré lograr develar de una vez por todas el secreto de mi existencia?”, pensaba desesperado. La vida del poeta estaba enmarcada entre dos mundos: el de la placentera realidad poética de ese atardecer, inmerso en la belleza de la naturaleza, y el indescifrable ayer, que estaba perdido en su conciencia.

De pronto, su mente se inundó de luz por un instante, y ahora, sentado en ese banco, al comenzar a recordar sumergido en ese mágico crepúsculo, sentía como que su soledad ya no era soledad. Lenta e inexorablemente fueron apareciendo en su mente las imágenes lozanas de su vida, como si recorriera el álbum de fotos de un inventario del pasado.

Y el amor lo sacudió de pronto, como deseando despertarlo de su letargo, cuando recordó la dulce imagen de una adolescente. Y por un minuto el poeta se sintió dichoso, meciéndose en esa brisa de primavera como si fuera una de las ramas de los floridos árboles del parque.

En aquellos momentos de su juventud, él era un muchacho apuesto que solo poseía humildad, un ardiente corazón y muchos versos en su alma. Ella era una chica muy hermosa que tenía alegría, ansiedad de aventura, dinero y el velero de su padre. Y fueron de puerto en puerto, de río en mar. Bebieron cerveza helada en las aguas tibias del río y cálido vino tinto en las frías aguas del mar. Se amaron como conejos acurrucados en la cabina, y como frenéticas gaviotas se revolcaron en la cubierta bajo los tibios rayos del sol.

Los ecos olvidados de su ayer iban ahora resurgiendo en su mente como un torrente. Con el tiempo, esa adolescente se convirtió en su esposa y luego se transformó en la aristocrática señora de la mansión que heredara de su padre. Pero ese amor pasional que embargara el corazón poético de su juventud, con el correr de los años se fue desgarrando con profundas y lacerantes heridas, envueltas en la riqueza y la falsa distinción.

Y de pronto, la recordó en aquella reunión en el jardín de la mansión donde vivían, hablando de banalidades acompañada de sus amigas. Eran mujeres estiradas, que trataban de darse vuelta en forma seductora sobre sus talles, con atrevidos y pomposos vestidos. Por todas partes estaban los mozos con el cuerpo echado hacia atrás, levantando con cuerdas un gigantesco toldo en lo alto. La gran dama deseaba dar su fiesta bajo un vergel sin sol, sin imaginar que luego iba a ser el combustible de aquel tremendo incendio.

Por un instante la cruda realidad martilleó impune su cerebro, que evidentemente trataba ahora de escapar de todo aquello. Hasta que llegó en esa fiesta el momento en que los sentimientos de su amor sospecharon infidelidad. Vivió una duda, o tal vez habría sido solo un falso rumor. Ese fue el comienzo más acerbo de su angustiante dolor.

Luego de aquella reunión la increpó con los ojos llenos de lágrimas, dando vueltas desesperado por el piso.

Y entonces, ella le confesó todo en un mar de palabras, que para él fue como una burla cruel del destino.

¿Podía ser posible eso?”, se preguntaba en aquel momento, mientras la miraba con rencor e iba a contestarle. Pero no pudo abrir la boca y el silencio lo absorbió. Iba a protestar, a acusarle, a gritarle. Las palabras no le salían y el resentimiento lo invadió por completo y entonces, no pudo mantenerse impávido y quedarse de brazos cruzados.

―“¿Qué se había hecho de toda aquella felicidad que tanto habían disfrutado?” ―, pensaba ahora muy apenado.

¿No será que mi conciencia ha buscado hacerme olvidar?” se preguntaba el poeta recordando todo aquello, sentado en ese banco del parque.

Porque ahora sabía muy bien quien era y quien fue, mientras intentaba olvidar sin poder lograrlo. Quería olvidar, pero su mente volaba hacia aquella mansión desolada en esa noche, cubierta con un halo siniestro de horror. Recordaba aquella imagen aterradora de su mujer. Sus gritos de dolor, su rostro sin vida y el charco de sangre sobre el piso. Porque fue él quien sin poder tolerar aquella infidelidad la mató y luego incendió la mansión para encubrir el asesinato.

Si ya no podía soportar esa insulsa vida signada en la ostentación. Si todo aquel mundo en que vivía ya no lo deseaba. ¿Que necesidad tuve de reaccionar así? ¿Por qué sencillamente no la dejé?” se preguntaba ahora desesperado.

Hubiera podido comenzar una nueva existencia, amando la naturaleza y el placer de vivir. La poesía en mi vida abría tenido una copa de agua fresca y ahora me moriré de sed ”, se reprochaba.

¡Que lindo sería poder quedarme en este mundo de hoy y truncar todo aquel pasado como si fuera un mal sueño!” ―, pensaba.

Pero sabía que la realidad no se puede cambiar y solo le restaba esperar. Y fue así que al poco tiempo, dos fornidos uniformados se acercaron y le pidieron que se identifique y se ponga de pie. Con sus fuertes manos, apretando su nuca, ya no devolverían a su presa.

Las primeras sombras del anochecer los fueron acompañando en el parque hacia la comisaría. Y al ver el sol en el crepúsculo, feneciendo en amoroso rito bajo el fulgor de un majestuoso manto rojizo en ese horizonte distante e ilimitado, el poeta percibió claramente como en su agónico descenso, el sol iba partiendo junto a él. Y cuando el último rayo se fue apagando, la oscuridad ganó a su alma y también a aquel otro mundo de poesía, que poco a poco se fue extinguiendo entre las sombras.

¡Como quisiera renacer nuevamente mañana con el sol, sin saber quien soy, ni quien fui, desde las iracundas llamas de aquella oscura noche de mi ayer!”, pensaba , mientras caminaba acompañado por los policías, en ese cortejo fúnebre de retorno de su vida al triste mundo de la realidad.




Mención de honor 79 Concurso de Narrativa. Camino de palabras.

Instituto Cultural Latinoamericano. Junín. Buenos Aires. Argentina. Diciembre 2022.

jueves, 15 de diciembre de 2022

El tigre del bandoneón

Como tanguero cabal

su lunfa siempre presente

envuelve Arolas la mente

recordando el arrabal.

Es que su obra proverbial

surge de cualquier rincón

llenándonos de emoción,

y hoy como tigre en el disco

conmueve hasta el obelisco

oír su bandoneón.






Certificado de mérito. XXII Certamen poético. Décima.

Homenaje a Eduardo Arolas.

Centro Cultual del Tango Zona Norte. San Isidro. Buenos Aires. Argentina. Diciembre 2022.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

El poeta y el fantasma

En la función de la ópera de ese día

murió aquel poeta repentinamente,

mientras esa obra le inspiraba en su mente

un verso que nunca escrito quedaría.

Una sombra penetró por una puerta

y en ese palco su imagen quedó quieta,

el fantasma de la ópera vio al poeta

y besó con amor a su frente muerta.









Finalista VIII Concurso de Micropoemas. Queridos fantasmas.

Incluido en el libro Viejos fantasmas.

El Muro del Escritor. España. Diciembre 2022.

La imagen del espejo

Estaba con su mente en blanco en medio de las sombras de ese recinto. De pronto, pudo distinguir un pequeño espejo que colgaba en la pared. Cuando se acercó, ante su completa sorpresa, vio reflejado en él su imagen espectral .

― ¿Te has olvidado de que tú ya no existes? ―, le dijo de pronto la imagen del espejo. Fue allí que comprendió que ella quería recordarle que él era un alma en pena, deambulando dentro de la bóveda del cementerio donde descansaban sus restos.









Finalista VIII Concurso de Microrrelatos. Queridos fantasmas.

Incluido en el libro Viejos fantasmas.

El Muro del Escritor. España. Diciembre 2022.

Inspiración borgiana

Con unas rimas que tenía en mente

un poema quería conformar,

mas con ellas no podía lograr

que un tema me gustara realmente.


Entonces supuse que era prudente

leer algo que me pueda orientar,

y un libro de Borges fui a consultar

tratando de hallar algo inteligente.


Y al gozar de esa poesía amada,

logré finalmente despabilarme

para confeccionar mi obra buscada.


Así del sopor pude liberarme,

y aquella inspiración tan deseada

esos versos lograron ofrendarme.










Finalista VIII Certamen de Sonetos. Luis de Góngora.

Incluido en el libro Haikus y Sonetos LXXVII.

Letras como Espada. España. Diciembre 2022.

Perfume de flores

Flores hermosas

subyugan a la lluvia

con su fragancia.


La mariposa

al rozar con las flores

perfuma el aire.


En el jardín

el olor de las flores

perfuma un beso.









Finalista VIII Certamen de Haikus. Yosa Buson.

Incluido en el libro Haikus y Sonetos LXXVII.

Letras como Espada. España. Diciembre 2022.

El vino fluye en mi

Mientras el vino fluye en mí,

me va ayudando muy gustoso

a apaciguar mi soledad,

porque me rescata su imagen

de las cenizas de mi mente.

Y de pronto, veo su seno

que es esa curva de la copa,

sus negros ojos son las uvas,

su bello rostro es el racimo,

y la luz del sol es su pelo.

Y mientras fluye el vino en mí,

voy volando feliz con mi alma

hacia aquel alegre pasado,

sumergido entre los aromas

y los sabores de las vides.









Finalista VIII Certamen de Poesías. Noviembre.

Incluido en el libro Mientras duerme.

Letras como Espada. España. Diciembre 2022.

Todo es posible

Un niño rompió una capa de hielo y cayó accidentalmente al agua helada. Alertados por los vecinos, los bomberos llegaron rápidamente y lo rescataron. Estos dijeron que habría que investigar el caso, porque no era posible que un niño solo, hubiese sido capaz de romper esa capa de hielo tan gruesa.

― Es que yo quería hace un agujero en el hielo y no había nadie a mi lado para decirme que no era posible que lo haga ― , les contestó el niño.









Finalista VIII Certamen de Microrrelatos. Noviembre.

Incluido en el libro Mientras duerme.

Letras como Espada. España. Diciembre 2022.