martes, 18 de junio de 2019

Leyenda de amor

Al norte de la localidad sanjuanina de Calingasta en la Argentina, en un valle cerca de la Cordillera de los Andes, se encuentra el cerro El Alcázar y afirman que tomó ese nombre porque las formas de esa montaña recuerdan al famoso castillo medieval de Sevilla en España. Ese castillo a la luz del sol cobra vida durante el día por la variación de sus colores, y por las noches por el bramar del viento, según una hermosa leyenda de amor que cuentan los pobladores de la zona. 
El cacique Huazihul era un valiente y respetado guerrero de las huestes Huarpes, que fueron los habitantes originarios de esas tierras. Dicen que Huazihul construyó piedra sobre piedra ese castillo destinado a su blanca mujer. Por las mañanas en esa mansión eran blancos los pisos y blancas las paredes y en ella se fue a vivir la castellana Pilar de Ulloa que se enamoró perdidamente de él. Un varón fuerte y altivo era el Huarpe y una mujer muy bella era la española, llena de cultura y de fe. 
Pero para el capitán español Diego Salinas ese amor no podía ser y llevando consigo la muerte, empujada por el ángel malo Luzbel, fue a buscarlos hacia el cerro con un grupo de soldados, galopando en tropel. Envueltos en el amor, ellos trataron de impedir que el hispano entrara esa mañana en su blanco castillo, hasta que cercados por sus tropas, Pilar y el Huarpe protagonistas de ese romance prohibido, decidieron por la tarde arrojarse al vacío. Y aunque nadie los vio morir, las blancas paredes del castillo envueltas en la sangre de ellos, comenzaron a enrojecer. 
Desde ese entonces, mágicamente las paredes y los pisos de aquel castillo, que son blancos por la mañana, se tiñen de rojo al atardecer. Y por las noches, el viento trae el bramido del alma enamorada de Huazihul, que anda rondando el cerro llamando a su amada. 












Seleccionado Concurso de relatos de amor o desamor.
Incluido en el libro: Historias de amor o desamor.
Letras con Arte. España. Junio 2019.

domingo, 16 de junio de 2019

Caballo oscuro

Teñido de negro azabache
era el caballo de Martín,
que con sus crines flameando
contra el español galopó.

Lo montaba ese general
que muy intrépido y valiente,
con sus ansias de libertad
la guerra gaucha lideró.

Cabalgando con los patriotas
por esos cerros y laderas,
luchó en las feroces batallas
que el son del clarín convocó.

Pero un día ese pelo oscuro
del bello y bravío corcel,
con la sangre heroica de Güemes
todo de rojo se manchó.

Y volvió a Salta al trotecito
como ya cansado de andar,
mas no llegó con su jinete
que en El Chamical se quedó.



Poesía de Homenaje al General Martín Miguel de Güemes.
Líder de la guerra gaucha por la Independencia Argentina.

Sol en sombras

Aparece el sol naciente
tras la aurora condenada
por una bruma impregnada
de humo denso y persistente.
Y en esa espera paciente
que llegue el atardecer,
el sol muriendo al caer
se ve oscuro en el ocaso,
y es seguro que a este paso,
la vida va a fenecer. 
 













Mención del Jurado V Concurso de Poesías décimas.
Un caleidoscopio de letras.
Incluido en el libro: Ritual.
Mundo Escritura . España. Junio 2019.

Creando poesías

Creando poesías, aparecen las fantasías,
las flores, el trinar de los pájaros,
el cielo, la luna, el sol y las estrellas.
Pero también las negras nubes, la lluvia y el viento.

Creando poesías, aparecen los afortunados,
los poderosos y los que han salido triunfantes.
Pero también las mediocridades, las cobardías,
las tentaciones y la servidumbre.

Creando poesías, aparecen la víctima y el verdugo,
el involucrado y el indiferente.
El que es realmente un amigo,
y el que se hace llamar amigo, pero no lo es…

Creando poesías, aparecen los que nacen y crecen,
y el dolor por los que mueren…
El incierto porvenir, con sus esperanzas
y las añoranzas, con los recuerdos felices del pasado.

Creando poesías, aparecen el amor y el odio,
la dicha y las alegrías, las angustias y las lágrimas.
Porque ya ven…, creando poesías
toda la esencia del ser humano es posible contar.…
















Finalista IV Concurso de Poesías. Una flor para tí. 
Incluido en el libro: Tiempo de sol.
Tu Concurso Literario. España. Junio 2019.

Desaliento

Soñando con obtener un empleo tomó el subte para ir al edificio de la compañía que publicó el aviso. Cuando llegó todo le resultaba muy familiar y al entrar en la oficina de la entrevistadora, ésta lo recibió con una sonrisa y al verla le pareció una cara conocida, aunque no podía recordar de donde era.
La mujer le pidió que le entregara su currículum y luego de leerlo con gesto adusto, se produjo un embarazoso silencio, tras el cual movió la cabeza negativamente hacia ambos lados. Le dijo que tenía un nivel superior para ocupar ese puesto y que no podía dárselo, porque buscaban gente más joven y con menos experiencia. Luego lo invitó gentilmente a retirarse y lo despidió diciéndole que lo tendría en cuenta para otras búsquedas más calificadas.
Al abandonar la oficina se sentía desalentado y mientras de dirigía de retorno hacia la estación de subte, consideraba que no era justo lo que le había ocurrido y comenzó a sumirse en la desesperación, pensando que con su edad y nivel de estudios nunca conseguiría un trabajo y que no habría futuro para él.
Se paró en la plataforma muy cerca del borde, y al ver las luces de los faros del tren que se acercaban en la oscuridad del túnel, como un poderoso imán lo impulsaron a cometer una locura y por un instante pensó que se estaba escribiendo la última página del capítulo de su vida.
Fue allí cuando el gerente de la compañia que había publicado el aviso, se despertó sobresaltado de la horrible pesadilla que había tenido.













Mención del Jurado IV Concurso de Cuentos breves.
Una flor para tí.
Incluido en el libro: Tiempo de sol.
Tu Concurso Literario. España. Junio 2019.

viernes, 14 de junio de 2019

Estrella fugaz

Afanoso buscaba una estrella
pues jugar en la noche quería,
y se quedó con una muy bella
que en el cielo oscuro se movía.

Tuvo al principio gran alegría
pero mucha tristeza al final,
porque la luz que el niño veía
era un satélite artificial.













Finalista IV Concurso de Micropoesías. Sueños de infancia.
Incluido en el libro: La llave de los sueños. 
Concurso Literarios en Español. España. Junio 2019.

Ya veo el final

Hoy que ya veo el final, quiero agradecerte al rememorar en perspectiva el camino recorrido desde cuando yo era un niño y la vida recién empezaba para mí. Gracias madre por no solo haberme dado la vida, sino por cuidarme y educarme. Gracias por haberme apoyado y alentado, rezando por mí a un Dios en el que yo no creía. Me ayudaste a alejar mi dolor con tus párpados insomnes y ahora que veo el final, siento que ya estás cerca mío en el cielo, porque a lo lejos, vuelvo a oír tu dulce voz.




 











Finalista IV Concurso de Micronarrativas. Sueños de infancia.
Incluido en el libro: La llave de los sueños.
Concurso Literarios en Español. España. Julio 2019.

jueves, 13 de junio de 2019

Amanecer de primavera

Es muy bello en la primavera el amanecer en el parque. El sol que va apareciendo radiante en el cielo, va diluyendo lentamente la oscuridad con rayos de esperanza y destellos de amor y ternura, mientras los pájaros cantan con alegría saludando el advenimiento del nuevo día. Pero yo me tengo que retirar porque soy el fantasma de la noche, y es realmente una lástima que no pueda disfrutar de un espectáculo tan hermoso.














Finalista IV Consurso de Microrrelatos. 
Primavera de sueños.
Incluido en el libro: Amada primavera.
El Muro del Escritor. España. Junio 2019.

miércoles, 12 de junio de 2019

La justa venganza

En un saloon característico del oeste norteamericano, estaba sentado el sheriff del pueblo jugando a las cartas con sus amigos, mientras tomaba unas copas de whisky. Estaba vestido con una elegante levita negra y tenía puesto su sombrero de ala ancha, pero además de prestar atención al juego, vigilaba la puerta, porque tenía el presentimiento de que tarde o temprano su ex empleado volvería para vengarse.
Se había ubicado en un rincón cercano a la puerta, donde podía tener una buena visión de cualquiera que ingresara al local. Usaba la mano izquierda para sostener los naipes y cuando éstos descansaban sobre la mesa, tomaba con ella el vaso de whisky. De esa manera siempre le quedaba libre la mano derecha, que era la más hábil para desenfundar y disparar la pistola que colgaba de su cinturón.
Con su antiguo y solitario ayudante habían tenido una agria discusión en su oficina y cuando éste se retiraba indignado diciendo que renunciaba, lo llamó y al girar la cabeza para mirarlo, le atravesó la cara de lado a lado con una bala, como un experto tirador que era. El ayudante había quedado malherido y desfigurado, y lo llevaron al hospital de la ciudad más cercana para ser atendido, pero nunca se supo más nada de él. El sheriff argumentó como excusa que se le había escapado el tiro y que no quiso matarlo.
Mientras las horas pasaban en el saloon, al esconderse el sol detrás del cerro, la temperatura comenzó a bajar. Por eso, el ex ayudante que venía montado en su caballo se levantó el cuello del abrigo, mientras observaba al pueblo desde la altura, antes de comenzar el descenso por los senderos que lo llevaban hasta allí. Estaba completamente seguro que su antiguo jefe estaría jugando y tomando whisky en el saloon.
Finalmente llegó al pueblo con las últimas luces del día, y cabalgó por la calle principal, hasta donde estaba emplazado el saloon. Mientras ataba su caballo, una breve sonrisa lo invadió. Había llegado el momento de tomar esa decisión que desde aquel entonces siempre rondaba en su cabeza. Hoy, después de casi un año de la discusión, tenía la posibilidad de vengar ese infierno que empezó aquel día. Luego de superar un largo tiempo de rehabilitación, tenía que soportar ahora la horrible figura que siempre le devolvía el espejo y las miradas de terror que provocaba en la gente.
Se dirigió al saloon caminando lentamente y antes de abrir la puerta para entrar al recinto, desenfundó su arma. Sabía que el sheriff estaría prevenido y era muy rápido con el revólver. En el instante previo a empujar la puerta para entrar, volvió a experimentar la misma indignación de aquella vez cuando dijo que renunciaba y luego esa sensación de que el mundo giraba fuera de control, hasta que finalmente despertó en el hospital. Entonces, al entrar repentinamente y ver al sheriff sentado en un rincón, lo llamó y al girar éste la cara sorprendido, accionó el gatillo a una vertiginosa velocidad y con gran precisión.
En el saloon sólo se escuchó ese imprevisto disparo que le atravesó la cara al sheriff, de la misma manera que éste lo había hecho antes con la suya. Su cuerpo quedó tumbado en la mesa con la cara destrozada y empapada en sangre, mientras todavía sostenían los naipes con su mano izquierda y su pistola a medio desenfundar en la otra. El mundo fuera de control ya había comenzado a girar para él, mientras los atemorizados amigos que lo rodeaban, se preparaban para trasladarlo apresuradamente al mismo hospital de aquella ciudad cercana, donde habían atendido al ayudante.
 

 

 

 

 

 

 

Concurso Círculo de Escritores de Relatos de Cowboys.

Publicado en el libro: El extraordinario oeste. México. Octubre 2015.

martes, 11 de junio de 2019

Dulce metamorfosis

Al caer en esa tarde tormentosa, la gota de agua percibió una humedad cálida al penetrar en la maraña de sus suaves cabellos negros. Mientras corría protegiéndose de la lluvia, ella agitó la cabeza y entonces, cuando la gota se desprendió hasta su cuello, sintió como su perfume contrastaba con el calor de su piel. Y luego al deslizarse por su cuerpo, mientras la envolvía el palpitar de su corazón, lentamente fue acariciando su pecho, como si en una dulce metamorfosis, fuese un amante enamorado














Finalista V Certamen de microrrelatos. San Isidro Labrador
Incluido en el libro: Utopía.
Letras como Espada. España. Junio 2019.