miércoles, 27 de enero de 2021

Apetito de sangre

El vampiro sintió en sus brazos excitados la flacidez del cuerpo de ella al desmayarse y el apetito se hizo tormenta en su vientre. Entonces hundió sus afilados dientes en la débil carne de su yugular, embriagándose con el sabor de la sangre, madre de todos sus placeres. Y gozó hasta el hartazgo, abrazando su cuerpo junto al de ella, ignorante de que además de ser su deleite sensual, era el alimento de aquella existencia.


 

 

 


 

 

Seleccionado VII Concurso de Microrrelatos de terror.

Publicado en el libro: Microterrores VII.

Diversidad Literaria. España. Enero 2021.

 

martes, 26 de enero de 2021

Sueño erótico

Una noche tuve un sueño erótico con mi mujer que complacieron mis deseos. Al despertarme ya en la madrugada, ella que estaba a mi lado en la cama, me incitó a que la tomara, acariciándome el sexo con cariño. Entonces, le trate de explicar algo agotado que ya lo había hecho durante mi sueño. — Ya lo sé, y ahora quiero que lo vuelvas a hacer, pero esta vez despierto —, me respondió sonriendo.

 


 

 

 

 


 

 

Seleccionado VII Concurso de microrrelatos eróticos.

Publicado en el libro: Sensaciones y sentidos.

Diversidad Literaria. España. Enero 2021.


sábado, 23 de enero de 2021

Recuerdos de un amigo

Nos conocimos de niños pequeños

en las calles del viejo vecindario,

y coincidió en la escuela nuestro horario

en el mismo sendero de los sueños.


Del aquel pasado fuimos los dueños

de cosas que sucedían a diario,

y su afecto me hizo destinatario

de días muy felices y risueños.


Lo atacó una enfermedad incurable,

y cuando el desenlace sobrevino

el cielo se llevó ese alma adorable.


La muerte lo apartó de mi camino,

mas me quedan de ese amigo entrañable

los recuerdos que vencen al destino.





 

Finalista V Concurso de Sonetos. Así te lo cuento.

Publicado en el libro: Sollozo del mar.

Creatividad Literaria. España. Enero 2021.

Consulta a la almohada

Una noche llegué a mi casa

con una gran duda impregnada,

y aunque yo no tenía sueños

corrí a buscar una almohada.



Pero luego de consultarle

el murmullo que había oído,

ella a mis impacientes celos

me dijo deje en el olvido.

 



 

 


 

 

Finalista V Concurso de Micropoesías. Así te lo cuento.

Publicado en el libro: Sollozo del mar.

Creatividad Literaria. España. Enero 2021.

Escultura de piedra

Anoche cuando llegué al parque y vi este pedestal solitario, decidí con una sonrisa pararme sobre él y sacarme una selfie. Fue en ese instante que sentí que estaba paralizado y se me caía el celular. Quise gritar, pero no pude, las piernas no me obedecían y mientras se me helaba la sangre, cada molécula de mi cuerpo se iba convirtiendo en piedra. En tanto la medium que sostenía en la mano el celular que había encontrado tirado en el piso, escuchaba el relato completamente intrigada.



 

 

 


 

 

Finalista V Concurso de Micronarrativas. Así te lo cuento.

Publicado en el libro: Sollozo del mar.

Creatividad Literaria. España. Enero 2021.


 

viernes, 22 de enero de 2021

Muñeca sonora

A su muñeca sonora

escucha atenta la niña,

mientras ella se encariña

con su voz cautivadora.

Vivaracha y soñadora

en amoroso proceso

la pequeña le da un beso,

y esa muñeca mimosa

que resuena muy hermosa

la envuelve con su embeleso.




 

 

Mención del Jurado VI Concurso de Décimas. Casa de Muñecas.

Publicado en el libro: Silueta de un sueño.

Mundo Escritura. España. Enero 2021.


 

Marioneta caprichosa

Marioneta que no posees vida,

y tu aspecto es la de un ser aparente

que siempre va detrás de la corriente,

moviéndote con hilos a medida.


Caprichosa buscas una salida

con una ilusión fijada en tu mente,

esperando que un brujo te haga gente

para darle al mundo la bienvenida.


Pero no creas en esos engaños

y deja de lado esos falsos sueños,

que has tenido en estos últimos años.


Pon en los niños todos tus empeños

y goza viviendo en cuentos extraños

que algunos son realmente risueños.

 


 

 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Sonetos. Casa de Muñecas.

Publicado en el libro: Silueta de un sueño.

Mundo Escritura. España. Enero 2021.

Muñeca encantada

¡Feliz hermosa muñeca encantada,

que mientras ansías ser una niña,

ríes con el son mágico y sublime

de inmaculadas y etéreas hadas!



 

 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Minipoemas. Casa de Muñecas.

Publicado en el libro: Silueta de un sueño.

Mundo Escritura. España. Enero 2021.

Deseos de la maniquí

Esa madrugada, las monedas titilaban en el fondo de la fuente de los deseos del solitario Centro Comercial, cuando tambaleando borracho, un sereno se detuvo junto a una maniquí y con una mirada lasciva, le alumbró con su linterna los senos que se le insinuaban bajo la blusa. Y mientras el hombre le iba desabrochando los botones y acariciando su suave piel de plástico, la maniquí le pidió como deseo a la fuente, que se cayera y ahogara en ella.



 

 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Minicuentos. Casa de Muñecas.

Publicado en el libro: Silueta de un sueño.

Mundo Escritura. España. Enero 2021.


 

miércoles, 20 de enero de 2021

Es Nochebuena

Hoy en esta nochebuena,

yo levantaré la copa

para brindar en familia

por la dicha y bienestar.


Es que con fe y esperanza,

la llegada navideña

debe ser dulce y alegre,

olvidando las tristezas.

 



 

 


 

 

VI Concurso de Micropoemas. Cuento Navidad.

Publicado en el libro: Entre las luces.

El Muro del Escritor. España. Enero 2021.

Mi perro

Corres y saltas cuando yo hago entrada

y tu idioma es la cola en movimiento,

al lamer muestras tu agradecimiento

y expresas la emoción con tu mirada.


Me suplicas por la comida ansiada

y al despertar, el hueso es tu contento,

cuando estás triste emites un lamento

y le ladras cuando alguien no te agrada.


Eres el ejemplo de la humildad,

y con tu gran lealtad y franqueza

mi cariño y gratitud fomentad.


Carente de falsedad y vileza,

siempre demostrando fidelidad

tu estampa es la imagen de la nobleza. 




 

 

Finalista VI Concurso de Sonetos . Calderón de la Barca.

Publicado en el libro: Haikus y Sonetos LIV.

Letras como Espada. España. Enero 2021.

Se cayó mi cerezo

 Golpeó el viento

y al caerse el cerezo

hoy es recuerdo.


Las flores secas

fueron el testamento

de mi cerezo.


Estoy muy triste

y un ruiseñor me canta

para animarme. 

 



 

 


 

Finalista VI Concurso de Haikus. Masaoka Shiki.

Publicado en el libro: Haikus y Sonetos LIV.

Letras como Espada. España. Enero 2021.

Vivamos con alegría

Para que la vida sea hermosa,

exige mucho protagonismo,

porque no disfruta de las cosas

aquel que no le infunde optimismo.


Con el entusiasmo como norte

y la euforia como una bandera,

a semejanza con el deporte

tratemos de ascender a primera.


Brindemos aliento a aquel hermano

que se encuentra en alguna banquina,

y también al pariente cercano

al que le tenemos mucha estima.


Nunca nos mofemos de la gente

porque eso deja mala secuela,

gocemos a pleno del presente

y que nuestra sonrisa haga escuela.


Aprovechemos las enseñanzas

que vamos juntando en el camino,

y transmitamos nuestras bonanzas

que nos va deparando el destino.

 



 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Poesía. Al calor de la risa.

Publicado en el libro: Atrapado.

Letras como Espada. España. Enero 2021.

Adquirir experiencia

Un viejo y afamado escritor en una disertación dirigida hacia un grupo de escritores juveniles, decía que para lograr escribir bien se requiere mucha constancia y dedicación, pero recién con el transcurrir de los años se adquiere la experiencia y sabiduría necesaria como para poder alcanzar el éxito. Mientras tanto, un joven que lo escuchaba mirándolo con una sonrisa irónica, pensaba que tenía mucha razón, pero lamentablemente con el paso del tiempo uno se va poniendo viejo.


 

 

 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Microrrelatos. Al calor de la risa.

Publicado en el libro: Atrapado.

Letras como Espada. España. Enero 2021.

jueves, 14 de enero de 2021

Compañera de viaje

Un día decidí partir de la Ciudad donde vivía para dirigirme de vacaciones hacia las montañas, con objeto de alejarme de toda aquella rutina que siempre me envolvía en la soledad de mi existencia. Planifiqué el viaje con gran cuidado, porque esquiar en la nieve era una asignatura que tenía pendiente desde hacía mucho tiempo. Había tenido en cuenta el más mínimo detalle y esperaba poder disfrutar de una agradable estadía en esa hermosa región.

Al llegar en el anochecer a la estación principal de ómnibus de la Ciudad, me dirigí dificultosamente hacia la plataforma que me correspondía, esquivando la gran cantidad de gente que se desplazaba en esos momentos para viajar. Después que subí al autobús, estaba algo somnoliento y recliné mi asiento junto a la ventanilla, decidido a descansar y pasar bien cómoda la noche. Luego de un tiempo prudencial, cuando el vehículo ya estaba por partir, súbitamente subió una joven, alta, rubia, delgada y muy hermosa, que se sentó justo al lado mío.

Tenía un vestido claro que marcaba una línea de recato y sobriedad. Al verla, me encandilaron sus enormes ojos verdes que iluminaban su bello rostro y como por un encanto se me esfumó el sueño. Tenía el cabello rubio recogido con un prolijo rodete aferrado a la nuca. Llevaba en una de sus manos una cartera de cuero que hacía juego con su indumentaria. Luego de arrancar, la traté de mirar disimuladamente aprovechando el reflejo en el vidrio de la ventanilla, mientras el autobús se desplazaba lentamente por la Ciudad. Cuando atravesábamos los campos iluminados por la luna y las estrellas, se apagaron las luces, mientras mi mente pensando en mi compañera de viaje se sentía como el autobús, corriendo por la ruta con la tenacidad de un león hambriento, persiguiendo a una invisible presa, inalcanzable y esquiva.

Por tal motivo, frente a la compañía de esa mujer tan seductora no podía conciliar el sueño, siendo yo un hombre que en los viajes siempre dormía sin problemas. Mil veces intenté dormir, mas fue inútil, porque estaba prendado de esa joven y eso era lo que realmente me quitaba el sueño. En esos momentos en que yo estaba bastante inquieto, mi compañera de viaje comenzó a leer un libro, iluminado por la luz de posición de su asiento, en medio de la oscuridad que nos rodeaba. Después de un buen rato, quedé completamente sorprendido cuando de repente, ella giró su rostro directamente hacia mí.

¿Qué hora es? ―, me preguntó con una voz melodiosa, mientras me observaba con sus bellos ojos verdes entre sorprendidos e inquisidores.

Alrededor de las diez de la noche ―, le contesté rápidamente, mirando de reojo mi reloj de pulsera.

¿Va muy lejos? ―, le pregunté, como forma de entablar una conversación.

No muy lejos ―, me contestó ella y luego se quedó callada mirándome de reojo, mientras trataba de disimular que lo hacía hacia la página del libro que tenía entre sus delicadas manos.

¿Se habrá divertido en la Ciudad, verdad? ―, le pregunté tratando de continuar la conversación. Como no me contestaba, le aclaré que le había hecho la pregunta porque la Ciudad era muy seductora con muchos lugares de entretenimientos y espectáculos donde uno podía olvidar las penas.

Vine a visitar a un familiar ―, me contestó y dicho esto, se quedó nuevamente mirándome en un silencio profundo un buen rato, mientras el autobús volaba en la ruta como el viento.

¿Y adónde va ahora? ―, le pregunté tímidamente.

Retorno a mi pueblo ―, me respondió.

Entonces, le dije que era empleado administrativo en una empresa multinacional y le conté algunas cosas de mi vida solitaria envuelta en la rutina diaria de la oficina, mientras ella, abstraída y muy triste, miraba mi rostro con los ojos empañados, mientras yo pensaba que su vista se dirigía por la ventanilla hacia las oscuridades lejanas de la noche estrellada. Luego se hizo un largo y penoso silencio en la que compartimos nuestras soledades, hasta que finalmente el autobús llegó a la parada de su pueblo.

Fue allí, cuando quedé completamente sorprendido al ver que mi compañera de viaje se levantó prestamente de su asiento con su cartera, y se dirigió a la puerta de descenso del autobús, sin siquiera saludarme. Mientras caminaba, observé que con un pañuelo trataba de ocultar las lágrimas de una inconsolable pena, entre el río revuelto de personas que se desplazaban precipitadamente por el pasillo para bajar del autobús.

Pensé que no la vería nunca más, pero ante mi incredulidad, se acercó caminando por el andén hacia mi ventanilla y cuando la abrí, con un dolor profundo y mirándome con la faz desencajada, me dijo que fue a su esposo a quien vino a ver en la Ciudad y que estaba allí, señalándome hacia el cielo. Dicho esto abrió su cartera y me mostró su foto, mientras se enjuagaba con el pañuelo una lágrima que pugnaba por asomar en sus bellos ojos verdes. Al verla quedé mudo por la sorpresa, porque esa foto sonriente era la imagen de mi rostro.

Me contempló por un instante y creí adivinar una chispa de cariño y fidelidad por su esposo en esos ojos verdes que tanto me subyugaban. Sus labios ya no se movieron, pero una sonrisa de saludo aleteó en su rostro una fracción de segundo antes de darse vuelta. Lo último que vislumbré previo a que se desvaneciera para siempre de mi vista, fue su pelo rubio peinado con rodete mientras se alejaba. Después se perdió entre la gente, cual si fuera una princesa hermosa esfumándose entre la sombras de la noche y de esa manera, quedó truncada para siempre esa breve e inocente relación que tuve con ella.

Cuando rápidamente el autobús partió de la estación, sentí con mucha tristeza la falta de mi compañera de viaje al lado de mi asiento y volví a estar inmerso nuevamente en ese destino solitario de mi vida que tanto me agobiaba. Luego no pude conciliar el sueño durante el resto del viaje, porque aunque no había conocido su nombre, ni sabía quien era, seguía pensando en ella, mientras el autobús se dirigía raudamente hacia ese destino de esparcimiento que había programado tan pacientemente en aquellas lejanas montañas nevadas.


 

Seleccionado Concurso relatos de viajes.

Publicado Moleskin.es.España. 2016