Luego de una corta y amorosa
convivencia, ella lo dejó repentinamente, diciéndole sólamente
como despedida que se iría lejos y allí le mandaría una postal
donde le explicaría todo. Desde ese momento él no la podía olvidar
y miraba siempre el buzón ansiando recibirla, porque quería saber
donde estaba y el motivo por el cual se había ido.
Y sufría de ansiedad
esperando esa postal, que seguramente sería luego su compañía en
sus noches de soledad.
Incluido en el libro: Sentirme puedes.
Mundo Escritura. España. Marzo 2019.
Mundo Escritura. España. Marzo 2019.
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