miércoles, 9 de octubre de 2019

El que a hierro mata ...

Tenía fama de ser uno de los mejores sicarios porque era expeditivo en el cumplimiento de las órdenes que se le encomendaban. En un primer sobre le indicaban el nombre de la persona a eliminar, y luego recibía un segundo sobre con el pago del dinero por los servicios prestados.
Un día apareció muerto en su cama matrimonial envuelto en un charco de sangre. Sobre la mesita de luz había un sobre conteniendo un papel con su nombre. Su mujer fue quien recibió el segundo sobre.














Finalista V Certamen de Microrrelatos. Melgar.
Publicado en el libro: Oda al tiempo.
Letras como Espada. España. Octubre 2019.

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