Van empatados en cero y le parece que el partido nunca termina. Hasta que en el último segundo, un delantero del equipo visitante patea una pelota perdida, la que al dar en un defensor, desconcierta al arquero y penetra en el arco. El silencio en la cancha de los hinchas locales es descomunal. Es entonces cuando el grito de gol sale furibundo de su garganta, mezclándose con la de los jugadores de su equipo. De esa manera, en esa tribuna vacía, el único hincha visitante disfruta del triunfo.
Finalista IX Concurso de Micronarrrativas. Te echo de menos.
Creatividad Literaria. España. Diciembre 2024.
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