El general intentó desentumecer su cuerpo y mover las piernas, porque deseaba seguir luchando por sus ideales. Su uniforme se veía inmaculado, pese a las duras batallas en la que había logrado hazañas increíbles. Pero cuando asiendo su espada iba a dar un paso hacia adelante, no le gustó ese mundo moderno que tenía frente a él. Entonces decidió seguir permaneciendo en la plaza, como una majestuosa estatua de bronce, firmemente erguida sobre su pedestal.
Ganador IX Concurso de Microrrelatos. Mirando hacia delante.
Incluido en el libro: El punto.
Creatividad Literaria. España. Febrero 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario