Una ola de mar me surge ardorosa
sentado sobre una roca inmutable,
mas la espuma se dispersa amigable
y a mis pies los humedece amorosa.
A lo lejos veo un velero rosa
en un paisaje de mar admirable,
que subyuga a mi espíritu excitable
emplazado en esta playa rocosa.
Emitiendo un destello reluciente,
el navío seductor y atrevido
se acerca hacia mí presurosamente.
Viene navegando airoso y erguido
eludiendo las olas diestramente,
y a mi ánimo de gozo lo ha sumido.
Publicado
en el libro Haikus y Sonetos XLV.
Letras
como Espada. España. Abril 2020.
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