martes, 30 de julio de 2019

El vampiro veraniego

Cuando ese día de verano de mis vacaciones llegó a su fin, la luz de la luna bañó el lugar donde yo estaba acampando, inundándolo todo con un resplandor plateado. Inmerso en esa soledad, me acosté en la carpa porque quería dormir, pero no pude conciliar el sueño porque esa noche estaba muy calurosa. Entonces decidí sentarme afuera, donde corría una brisa fresca. 
De pronto, surgió desde las sombras la figura de un ser esbelto que se movía ágilmente y en cadencia. Con sus ojos brillando de alegría se me acercó diciéndome que era el vampiro de la zona y que se sentía muy feliz de haberme encontrado. 
ꟷ Tu eres un hombre limpio que viene de la ciudad y sé que trabajas de conserje en un hotel con aire acondicionado. Sucede que en esta zona rural la gente trabaja en verano de sol a sol, y eso hace que yo no pueda disfrutar cuando tengo apetito de sangre. Cuando alzan los brazos, y percibo el olor de la transpiración de sus sobacos, siento como que se me abren las puertas del infierno , me dijo el vampiro.
¿Entonces, qué piensas hacer? , le pregunté intrigado.
Por suerte esta noche podré disfrutar de tu sangre. 
De buena gana hubiese intentado huir, pero el vampiro ya me había sujetado fuertemente de la camisa, rápidamente hundió sus colmillos en la tierna carne de mi cuello. Ya en la primera incisión había encontrado la arteria, sorbiendo luego mi sangre, que lo embelesaba con su sabor, y era la madre y sustento de todos sus placeres. 
La presencia de un ser limpio de la ciudad lo había hechizado y mientras yo agonizaba, el vampiro gozaba hasta el hartazgo de su borrachera de sangre. Sin embargo, cuando creí que ya estaba muerto, mi existencia poco a poco se fue transformando y empecé a renacer. Fue en ese momento, cuando una pálida y tétrica figura emergió de mi cuerpo, que se había convertido en un nuevo y reluciente vampiro.
Entonces, alcé la vista y me despedí de aquel colega propinándole una sonrisa, y con una sed incipiente de sangre me dirigí rápidamente a las habitaciones del hotel con aire acondicionado donde trabajaba. Estaba deseoso de cumplir con mi primer cometido de ese verano en aquellos cuerpos limpios de la ciudad, que como yo, siempre usan desodorante. 












Seleccionado Concurso de relato corto. Sucedió en verano.
Publicado en el libro: Sucedió en verano.
Letras con Arte. España. Julio 2019.

No hay comentarios:

Publicar un comentario