Está completamente convencido
que nació para ganar en el juego,
y su alma está llena de ansias y
fuego
pero hoy siente a su espíritu
cohibido.
Entonces piensa que aún no ha perdido
y que tiene que tomarse un sosiego,
por lo que para evitar todo apego
con sigilo del casino ha partido.
El astuto jugador desconfía
de esa noche que no fue placentera
y piensa regresar al otro día.
Una gran fortuna tal vez lo espera
la que envuelta en intuición y agonía
mañana podrá ser su compañera.
Incluido en el libro: Haikus y Sonetos XXXIII.
Letras como Espada. España. Abril 2019.
Letras como Espada. España. Abril 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario