Las luces de tus ojos al mirarme
me punzan como si fueran abrojos,
y las lágrimas brotan de tus ojos
pensando si lograrás olvidarme.
Buscas disimular sin criticarme
con una sonrisa en tus labios rojos,
tal vez mis deseos sean antojos
y dudo si conviene separarme.
Al verte tan cálida me embeleso,
las mejillas te secas al pararte
y al final te despides con un beso.
Mientas apenado veo alejarte,
no sé si un día ansiaré tu regreso
y sea yo quien no pueda olvidarte.
Finalista IX Certamen de Sonetos. Francisco de Quevedo.
Incluido en el libro: Haikus y Sonetos CXIV.
Letras como Espada. España. Abril 2025.
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