La humanidad se había autodestruido inmersa en ambiciones desmedidas, que los condujo finalmente a la guerra nuclear y al caos ecológico. La tierra fue poblada luego de muchos años por seres extraterrestres, quienes encontraron a un androide arrumbado entre los escombros de una ciudad.
Una vez restaurado por los extraterrestres, pensaron que el androide podría adaptarse a convivir en ese nuevo mundo donde privaba la paz, el amor y la humildad. Entonces, decidieron encomendar a un programador la tarea de adaptar y mejorar su software de sentimientos humanos.
Al ver que el programador extraterrestre comenzó a tener algunas dificultades en la realización de su tarea, al androide le llamó la atención, porque consideraba que su programa era perfecto y que no era necesario realizar corrección alguna .
Entonces, envuelto en la impaciencia, le preguntó bastante molesto.
— Dime con franqueza: ¿No te parece que es inútil destinar tantos esfuerzos en tratar de perfeccionar mi software?
La respuesta del extraterrestre fue escueta y sincera.
— Yo diría que no. Es que tu manera de ver las cosas tiene tan impregnado ese sentimiento de soberbia humana, que me resulta muy difícil de eliminarlo de tu programa.
Finalista VIII Concurso de Cuentos breves. Embrujados.
Incluido en libro: Yugo sobre maretas.
Creatividad Literaria. España. Diciembre 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario