Pude ser aquel pastor que en la sierra
cuidó con mucho celo a su majada.
Pude ser un peón que hendió la tierra
con el acero de su noble azada.
Pude ser un labriego que sembró
en el terreno fértil o infecundo.
Pude ser un minero que buscó
la riqueza en el suelo más profundo.
Pude ser hachero abriendo picadas
en la maraña de la selva umbría.
Pude ser un arriero de alboradas
que utilizó las huellas como guía.
Pude todo eso querer haber sido,
mas con las poesías en mi mente,
de mi labor no estoy arrepentido.
Deseaba educar y fui docente.
Cada trabajo tiene su sentido.
Si en poesía el amor es la meta
y el sendero de enseñar se ha elegido,
un docente bien puede ser poeta.
Finalista IX Certamen de Poesías. Melgar.
Incluido en el libro: Romance.
Letras como Espada. España. Octubre 2023.
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