viernes, 22 de octubre de 2021

Mendrugos de amor

Nadie sabe que destino llevó al linyera a ese último peldaño de su voluntad. Tal vez destruidas todas sus quimeras, busca resarcirse en esa cruel libertad. Pero es libre en el mundo de la nada y vive porque vive, sin que a nadie le importe si ha de morir. Roto su pasado y ya sin porvenir, su existencia es más fría que la estepa helada y sin ánsías, ni esperas, no le importa el hambre, ni tampoco la sed.

El linyera marcha harapiento y silencioso, caminando lentamente por el sendero. Sus esperanzas son seguir vagando, si cabe esperanza es el vivir sin convicción. Y no teniendo nada, busca fumar colillas de cigarrillos tiradas o sorber de alguna botella de tintillo olvidado, para lograr de esa manera un poco de solaz. Pero mientras su alma vaga vacía por este mundo, sin siquiera darse cuenta, siempre está buscando en su subconciente algún mendrugo de amor.

Sin embargo, otros en este mundo son linyeras sin saberlo, con harapos en el alma y vacíos de humildad. Lujos y dinero son sus anhelos y aún teniéndolo todo, siguen buscando riqueza con tenaz ambición. Pero mientras sus almas vagan cubiertas de lodo, sin siquiera darse cuenta, también ellos, siempre están buscando en sus subconcientes algún mendrugo de amor.

 


 

 

 

 


 

 

Finalista VI Concurso de Cuentos Breves. Amor, amor.

Incluido en el libro: Sueño distante.

Creatividad Literaria. España. Octubre 2021.

1 comentario: