miércoles, 18 de noviembre de 2020

Espera en una noche de otoño

Los grillos cuchichean en el parque entre las hojas secas en esta noche de otoño, mientras espero a la vera de un intrincado sendero. La tenue oscuridad parece no cubrirme completamente, pero si la paciencia. No hay nada que no ocurra si uno no tiene la suficiente convicción de esperar. Esperar es la clave. Esperar hasta que él aparezca, hasta que se acerque. Esperar…esperar…

Esta senda parece una garganta infinita entre las penumbras. Espero con el tesón de un verdugo y permanezco inmóvil, imperceptiblemente inmóvil, tan inmóvil como una piedra. En este universo de quietud, envuelto en el resonar de los grillos, siento como si el tiempo en la noche se hubiese detenido .

Mientras mis pensamientos se encadenan en la espera, tengo un profundo sentimiento de venganza, provocada por la injusticia ocurrida después de un año de aquella tragedia. Porque esta cruel ansiedad que me invade, es una sensación que comenzó a carcomerme desde que me enteré que ese personaje maléfico salía libre de la cárcel con la autorización venal del Juez.

Ahora lo veo. Allá a lo lejos se acerca en la oscuridad el asesino y violador de mi esposa, que viene caminando feliz y desprevenido entre las hojas secas del sendero del parque. La espera a terminado. Ha llegado finalmente el momento de aferrar con fuerza el cuchillo y prepararme para dar el salto mortal.



 

 

 


 

 

Finalista V Concurso de Cuentos Breves. Tiempo otoño.

Incluido en el libro: La levedad del otoño. 

Creatividad Literaria. España. Noviembre 2020.



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