Anoche fue nochebuena, y hoy en Navidad tengo mucha
alegría, porque
volví a brindar por la dicha y el bienestar. Dicen
que la nochebuena no debe ser amarga, sino dulce, de fe y
esperanza, y mi alma está contenta porque ayer eso se ha cumplido.
Después de más de un año, anoche volvió aquel amor de mi vida y entonces no
sufrí nuevamente aquella triste nochebuena, en las que cuando para todo el
mundo Dios estaba naciendo, yo sentía que me iba muriendo en la
soledad que me rodeaba.
Publicado en el libro: Por tu voz.
El Muro del Escritor. España. Enero 2020.
El Muro del Escritor. España. Enero 2020.
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