viernes, 17 de enero de 2020

Calvario cibernético

Mi computadora me dio muchas satisfacciones, pero luego de un tiempo largo de uso, sus programas se caían y debía reiniciarla con frecuencia. Hasta que en el anochecer de un día viernes tuvo su estertor final, cuando aparecieron en la pantalla unas gruesas líneas formando una cruz, informándome que no podía encontrar los archivos.
Para colmo de males, de pronto quedé en la oscuridad porque saltó la térmica y como ésta necesita un tiempo para reponerse, desenchufé la computadora y luego de encender una vela, la llevé al living como si fuera una procesión, donde la acomodé en una caja de cartón a modo de mortaja.
Cuando restablecí la energía eléctrica, pensé que luego de ese fugaz velatorio, al día siguiente la arrojaría en el recipiente de basura callejero, para que el camión recolector la trasladara como si fuera un cortejo fúnebre, hasta su deposición final en el basurero de la ciudad, donde tendría su sepultura.
Sin embargo, cuando el sábado por la tarde ya la iba a tirar, me invadió una misteriosa inquietud. Saqué la computadora de la caja para exhumarla, y descubrí que el ventilador de enfriamiento no giraba porque tenía unas espinas atravesadas. Entonces, la desarmé y se las saqué una por una. Cuando terminé la tarea no me atreví a conectarla a la red porque ya era de noche y temí que saltara nuevamente la térmica.
Recién el día domingo por la mañana, con gran incertidumbre y expectativa, la enchufé nuevamente . Y fue así que al tercer día… resucitó.
¡Aleluya! 

 







Finalista IV Concurso de Cuentos Breves.
Tema: Literatura fantástica.
Publicado en el libro: Fantasía.
Tu Concurso Literario. España. Enero 2020.

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