sábado, 7 de diciembre de 2019

El bosque embrujado

En el silencio de la noche, la oscuridad se cierne sobre el niño que se decide a internarse por el solitario y estrecho camino de barro que lo conduce hacia la espesura del bosque. Camina con los ojos muy abiertos y con los labios temblorosos, agudizando sus sentidos para tratar de escuchar los rumores nocturnos y mientras escudriña las tinieblas buscando la amenaza en cada sombra o en cada destello, tiembla al oír el chasquido sordo de sus propios pasos en el fango.
La luz fantasmagórica de la luna aparece en el cielo nocturno del bosque y al producir sus sombras, el niño piensa que quizás alguna de ellas cobije en la noche a ese ser espectral que lo asecha en su imaginación y que sus sentidos se empeñan en descubrir. Una luz mortecina que atraviesa la espesura, inunda al camino y hacen palpitar de temor a su corazón, pero continúa avanzando con la respiración anhelante.
De pronto, una masa viscosa de niebla compacta que se propaga desde la espesura del bosque rodea al niño, mientras un viento helado lo estremece de frío. Entonces, al detenerse y mirar en su derredor, el niño queda paralizado de miedo al descubrir la figura tétrica de una bruja que aparece entre las ramas de unos árboles frondosos. Es en ese momento, cuando su grito agudo de terror en la noche retumba en el dormitorio y despierta a su madre.
 









Finalista IV Concurso de Cuento breve. Embrujados.
Publicado en el libro: Momentos perfectos.
Tu Concurso Literario. España. Diciembre 2019.

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