Aquel amor de verano fue como un rayo de luz que llegó y me llenó de placer y felicidad, pero luego se apagó para siempre, iluminando tan solo unos instantes de mi vida. Sin embargo ese amor lo llevo dentro mío, y ahora en primavera, en la soledad de mi existir, siento que aquel rayo de luz vuelve a resplandecer, cuando percibo al niño moverse en mis entrañas.}
Finalista XI Concurso de Microrrelatos. Primavera de sueños..
El Muro del Escritor. España. Junio 2025.
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