martes, 20 de octubre de 2020

Deseos aplacados

Sobre las blancas arenas de una playa, vi a una sirena que surgió de las olas y sonriendo se dirigió hacia donde yo estaba, desplegando su cabellera al viento. Cuando estuvo junto a mi, se recostó en la arena y al decirme que yo le gustaba y que quería hacer el amor, quedé gratamente sorprendido. Y mientras ella se contorneaba graciosa, mi ardor se hizo fuego y de erotismo todo entero me encendí. Era un ser increíble con un busto de hermosura, pero mis deseos se aplacaron al ver ese pez bajo su cintura.

Al amanecer del nuevo día, de ese sueño desperté excitado y decidí en la mañana dirigirme muy ansioso a esas playas, para ver si ocurría el milagro de que apareciera realmente la sirena en ese mar encrespado.

Fue allí que divisé caminando a una bella mujer que parecía un hada morena, la que surgió de repente a lo lejos, entre las olas y las blancas arenas. Ella se acercó hacia mi sonriente, desplegando su cabellera al viento, y cuando estuvo junto a mí se recostó en la arena y al decirme que yo le gustaba y que quería hacer el amor, quedé gratamente sorprendido. Y mientras ella se contorneaba graciosa, mi ardor se hizo fuego y de erotismo todo entero me encendí. Era una mujer increíble con un busto de hermosura, pero mis deseos se aplacaron al ver ese bulto bajo su cintura.

 


 

 

 


 

 

Finalista V Concurso de Cuento breve. Amor, amor.

Publicado en el libro: Amor desdichado.

Creatividad Literaria. España. Octubre 2020.

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