Se despertó en la noche sobresaltado
en la cama al sonar su celular que estaba en la mesita de luz, y
cuando lo abrió en medio de la oscuridad, constató que había
recibido un extraño mensaje que le llamó poderosamente la atención,
porque el remitente tenía el nombre de su esposa que había muerto
hacía poco tiempo.
Al leer el escueto párrafo que ella
le había enviado lo invadió una inmensa sensación de zozobra y
luego de pánico. Mientras con un gran escozor leía y releía el
mensaje recibido una y otra vez, se sintió de pronto sofocado. Atacado por un fuerte dolor en el pecho, percibió como que su
corazón estaba inexorablemente a punto de estallar.
“Te juro que me
vengaré desde el otro mundo”, decía el escueto mensaje cuyo texto
él conocía muy bien, y que había tratado por todos los medios de
olvidar desde que ella falleció.
Ya con el rictus de la muerte
reflejado en su rostro al producirse el repentino infarto, recordaba
como si fuera en ese mismo momento, que aquellas fueron las palabras que había
pronunciado su mujer postrada en la cama. Cuando ella estaba agonizando
con los ojos vidriosos, tubo la percepción confusa, pero
reveladora, de que había sido él quien le había suministrado el
veneno para matarla.


Mención
del Jurado III Concurso de Cuentos breves: Embrujados.
Incluido en el libro Alma embrujada.
Tu
Concurso Literario. España. Diciembre 2018.