martes, 14 de agosto de 2018

Amor imposible

Estaba perdidamente enamorada de mi jefe, pero ese amor era imposible. Un día  sin percatarse que lo observaba, se desabrochó la camisa en  la oficina y ante mi completa consternación, reemplazó una batería de su pecho. Fue allí que me descubrió.
¿Nunca  lo sospechaste?―,  me preguntó al verme. 
― No, claro que no. Nunca pensé que tú también eras un robot como yo ―, le contesté.
Me miró sonriendo, como si mi ignorancia lo divirtiera. Entonces me acerqué hacia él  y lo besé.












Finalista IV Concurso de Microrrelatos: El Muro. 
Incluido en el libro: Un ladrillo tras otro.
El Muro del Escritor. España. Agosto 2018.

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