Oscurece y ya la comienza a sentir en la soledad que
lo rodea ese aliento podrido en su nuca, y luego escucha sus grandes reproches
y su risa sarcástica durante toda la noche. Ese espectro lo acosa permanentemente en ese cementerio, donde trabaja de sereno. Matar y enterrar subrepticiamente a su esposa aquella noche fue su trágico error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario