De pronto apareció ante mí un hombre esbelto y apasionado. Me alzó en sus manos, y con una mirada sensual y respiración agitada, me liberó de mi encierro lenta y delicadamente. Luego cerró los ojos, y con su cálida boca y su lengua voluptuosa se fue complaciendo conmigo. Finalmente, en medio de aquel delirio, me dijo con voz excitada.
― Tenía muchas ganas de probarte. Había echado de menos, tu aroma y el sabor de tu vino, querida uva cabernet.
Finalista VI Concurso Micronarrativa. Te echo de menos
Incluido en el libro: Memorias de una rendición.
Creatividad Literaria. España. Diciembre 2021.
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