Cuando ya despuntaba el alba
estaba calmado al marcharte,
dado que ese fuego de anoche
muy ardiente me lo apagaste.
Ahora que ya es la mañana
la resaca me martiriza,
y de aquella hoguera de amor
han quedado solo cenizas.
Pero cuando llegue la noche
se me volverán a encender
aquellas llamas de pasión,
con alcohol, cama y placer.
Seleccionado VII Concurso de Poesías. Fuego de pasiones.
Versos compartidos. Montevideo. Uruguay. Diciembre 2021.
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