Estuve muchas semanas de agonía
sufriendo la espera de tu regreso.
Ahora, muchas palabras crueles
brotan fuertes dentro de mi pecho,
y estoy seguro que te harían llorar.
Entre la alegría de volver a verte,
esas palabras me queman,
pero trataré de no decírtelas…
Te miro a los ojos, sé que te amo,
y no pienso reprocharte nada.
Aunque la duda me carcome el alma,
y se debate angustiosa dentro de mí,
no quiero que me digas “lo siento”.
Quizás algún día nada me importe
y diga palabras que no debiera decir.
Palabras que ni siquiera sienta,
y que tal vez, nunca sentiré...
Pero hoy tu amor mucho me importa,
y amar, implica no escuchar nunca
la palabra “lo siento” de tu boca.
Finalista VII Certamen de Poesía.. Noviembre.
Incluido en el libro: Noviembre quimérico.
Letras Como Espada. España. Diciembre 2021.
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