Me desperté en ese banco del parque
cuando las sombras ya se disipaban,
y el silencio se hacía melodía
con el dulce gorjeo de los pájaros.
Entre las tenues luces de la aurora
unas nubes envueltas en azul,
competían mostrando sus matices
teñidas de bellas tonalidades.
Y al surgir el sol en el horizonte
con su imponente manto dorado,
el cielo empezó a descorrer el velo
de aquella larga y angustiante noche.
Sucio y con toda la ropa mugrienta
percibí la fragancia de las flores,
entre el aletear de mariposas
en un maremágnum multicolor.
Y en ese bellísimo despertar
sentí que ingresaba en un mundo nuevo,
que me generaba ansias de vivir
con ganas de amar, bailar y soñar.
Incluido en el libro El olor de las rosas.
Creatividad Literaria. España. Junio 2022.
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