Ha regresado al parque la primavera después del invierno, y el clima cambió con el canto de los pájaros y los árboles y plantas florecidas. Ahora todo es tibieza, y el sol brilla al caer la tarde, mientras las flores envuelven todo mi cuerpo con un aire cargado de fragancia.
Luego de permanecer un tiempo sentado en este banco, estoy observando como el sol se va poniendo en el ocaso y desaparece poco a poco en el horizonte, languideciendo como una burbuja rojiza. Mientras tanto, las aves vuelan trinando graciosas en la oscuridad, augurando una noche cálida y estrellada, tenuemente iluminada por la luz plateada de la luna.
Pero si bien ha retornado al parque la maravillosa primavera, en todas estas tardes solitarias de mi vida de poeta, no hay pájaros, mariposas, ni rosas ofreciéndome sus pétalos de seda, que puedan servir de bálsamo para mi consuelo. Mi mente aún sigue permaneciendo aferrada a aquella tarde de frío invierno, recordando cuando ella se despidió en ese mismo banco, prometiéndome su regreso. Pero ella no volvió, dejándome el alma llena de tristeza.
Y ahora sentado en el parque por las tardes, espero que tal como ha vuelto la hermosa primavera, ocurra también el milagro de su regreso.
Finalista VII Concurso de Cuentos breves. Una flor para ti.
Incluido en el libro El olor de las rosas.
Creatividad Literaria. España. Junio 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario