Cuando el anciano entró en el desván para limpiarlo, tardó un tiempo para adaptar la vista de ese lugar obscuro y polvoriento, que olía a humedad. Habían fotos, libros, un viejo televisor, una heladera, una máquina de escribir, una radio a válvulas, un violín, y muchas cosas más, que le produjeron una profunda melancolía. Entonces, pensó que no tenía sentido limpiar todos esos recuerdos, porque tarde o temprano, volverían a estar cubiertos por aquel triste polvo del pasado.
VIII Concurso de Minicuentos. Recuerda.
Incluido en el libro La llamada del mar.
Mundo Escritura. España. Diciembre 2022.
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