Mientras el vino fluye en mí,
me va ayudando muy gustoso
a apaciguar mi soledad,
porque me rescata su imagen
de las cenizas de mi mente.
Y de pronto, veo su seno
que es esa curva de la copa,
sus negros ojos son las uvas,
su bello rostro es el racimo,
y la luz del sol es su pelo.
Y mientras fluye el vino en mí,
voy volando feliz con mi alma
hacia aquel alegre pasado,
sumergido entre los aromas
y los sabores de las vides.
Finalista VIII Certamen de Poesías. Noviembre.
Incluido en el libro Mientras duerme.
Letras como Espada. España. Diciembre 2022.
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