Entró en la casa como de costumbre y sobre la mesa, observó unas copas de champaña y tiradas sobre el suelo, había una blusa, una camisa; un vestido y un pantalón. Parte de las prendas descansaban en el pasillo que se dirige al dormitorio. Rápidamente avanzó hacia a la puerta y al abrirla, allí estaban. Entonces, consternado golpeó la puerta y se fue. Ha de ser el viento, le dijo ella a su amante, mientras entornaba el cuadro de su difunto esposo.
Finalista XI Concurso de Micronarrativa. Vivir y contar..
Creatividad Literaria. España. Agosto 2025.
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