Comenzó a leer libros cuando entró en la cárcel, y al salir un año después, se había convertido en un adicto a la lectura. Ya en libertad, muy pronto sintió la necesidad de armar una pequeña biblioteca propia. Entonces, fue eligiendo en las librerías libros no muy voluminosos, cómodos para apilar y fáciles de llevar. De esa manera, fue construyendo poco a poco, una importante colección de libros. Todo iba viento en popa, hasta que lo descubrieron, y tuvo que volver nuevamente a la cárcel.
Finalista VII Concurso de Micronarrativa. Recordando aprendí.
Incluido en el libro El olvido.
Creatividad Literaria. España. Abril 2022.
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