Para que la vida sea hermosa,
exige mucho protagonismo,
porque no disfruta de las cosas
aquel que no le infunde optimismo.
Con el entusiasmo como norte
y la euforia como una bandera,
a semejanza con el deporte
tratemos de ascender a primera.
Brindemos aliento a aquel hermano
que se encuentra en alguna banquina,
y también al pariente cercano
al que le tenemos mucha estima.
Nunca nos mofemos de la gente
porque eso deja mala secuela,
gocemos a pleno del presente
y que nuestra sonrisa haga escuela.
Aprovechemos las enseñanzas
que vamos juntando en el camino,
y transmitamos nuestras bonanzas
que nos va deparando el destino.
Finalista VI Concurso de Poesía. Al calor de la risa.
Publicado en el libro: Atrapado.
Letras como Espada. España. Enero 2021.
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