Nos conocimos de niños pequeños
en las calles del viejo vecindario,
y coincidió en la escuela nuestro horario
en el mismo sendero de los sueños.
Del aquel pasado fuimos los dueños
de cosas que sucedían a diario,
y su afecto me hizo destinatario
de días muy felices y risueños.
Lo atacó una enfermedad incurable,
y cuando el desenlace sobrevino
el cielo se llevó ese alma adorable.
La muerte lo apartó de mi camino,
mas me quedan de ese amigo entrañable
los recuerdos que vencen al destino.
Finalista V Concurso de Sonetos. Así te lo cuento.
Publicado en el libro: Sollozo del mar.
Creatividad Literaria. España. Enero 2021.
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