Envuelto en un día primaveral
aparece una hermosa ave escondida,
que trina al dulce amor de su vida
desde el ramaje y flores del rosal
Pero una mujer, cupido virtual,
le descarga su ballesta extendida,
y el ave enamorada cae herida,
ensartada en una flecha fatal.
Así, mi corazón, que libre andaba,
presentía en el amor su caída
cuando yo de ese sueño despertaba.
Y la flecha fatal por mi temida,
de repente me besó, y se encontraba
en unos verdes ojos convertida.
Finalista IX Concurso de Sonetos. Jorge Guillen.
Incluido en el libro: Haikus y Sonetos CXX.
Letras como Espada. España. Octubre 2025.


 
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