En un banco del parque estoy sentado
percibiendo el aroma de las flores,
y al observar en ellas sus fulgores
evoco horas felices del pasado.
Ese pensar me transporta embriagado
hacia aquel tiempo de nuestros amores,
los que se diluyeron con dolores
en un final amargo y desolado.
Y ello hace que mi espíritu se embarque
hacia aquellos momentos de entereza,
donde enfrentaste al destino y a la muerte.
Entonces, este perfume del parque
a otro parque me lleva con tristeza,
que yo siempre frecuento para verte.
Finalista XI Concurso de Sonetos. Cosas pequeñas.
Incluido en el libro: Silba de noche.
Mundo Escritura. Espada. España. Octubre 2025.


 
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