A pesar de nuestra separación, yo seguía queriéndola, y envuelto en el romanticismo, decidí pintarla tal cual como la veía en mi corazón. Cuando finalmente terminé el cuadro y lo colgué en el living, sentí que había logrado representarla tan fielmente, que me parecía como que ella estaría allí conmigo para siempre. Pero casi no llegue a disfrutar de la contemplación del cuadro, porque al otro día, cuando yo no estaba, ella volvió a retirar sus pertenencias y se lo llevó de recuerdo.
Finalista X Concurso de Microrrelatos. Luces de agosto.
Incluido en el libro: Silencio en agosto.
El Muro del Escritor. España. Septiembre 2024.
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