Estaba esa noche sentado en un banco del parque, cuando distinguió la figura de una anciana acercándose hacia él. De pronto, al ser iluminada por la luz plateada de la luna, como si fuera un sueño encantado, se transformó en la imagen sonriente de su amada, quien le dio un beso como si aún estuviese viva. Fue al abrir los ojos, cuando volvió a ver a la anciana, quien inclinada sobre su cuerpo, trataba de reponerlo de su repentino desvanecimiento.
Mención del jurado X Concurso de Minicuentos. Al claro de luna.
Incluido en el libro: Brillos de luna.
Mundo Escritura. España. Julio 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario