martes, 23 de julio de 2024

Mendigo canino

En su monótono transitar por esos laberintos de una villa que comparten tanto la bondad, como la maldad, un perro abandonado de escuálida estampa, aparece como un mendigo canino. Se desplaza solitario por los callejones de esas casillas suburbanas en pos de su porción diaria. Con su par de narices busca la miseria de un mendrugo de pan y salta ansioso y gozoso, de un lado hacia otro cuando algún benévolo indigente se lo da.

Ese perro vagabundo comparte la pobreza de la gente, buscando jadeante sobrantes de comida, junto a esas criaturas de bajo sustento, que nada son y que subsisten en esos grandes cinturones que envuelven la ciudad.

Allí algún día cualquiera junto a esa miseria quedarán sus huesos y seguirá otro perro su fatal destino, mendigando entre esas múltiples taperas de chapa y madera, donde se suelen cobijar los secretos de drogas y delincuentes.

Pobre perro de la villa, mendigo canino de escuálida estampa, que abandonado y solitario con su par de narices busca ansioso comida. ¡Que magra es su vida!... ¡Que poco es su pan!...












Finalista X Concurso de Cuentos breves. Héroes cotidianos.

Incluido en el libro: La puerta de la esperanza.

Creatividad Literaria. España. Julio 2024.

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