Me atacaba con mucha maestría
y mientras yo permanecía mudo,
me decía que era infiel a menudo
recriminándome en forma bravía.
En aquel tiempo mucho la quería
y al mirarme con su gesto ceñudo,
en la garganta se me hacía un nudo
que ahogaba mi débil rebeldía.
Con esa mujer transité mi vida
envuelto en un amor desconsolado,
tratando de calmar cada embestida.
Y hoy todavía ella cela a mi lado
pero ya en la vejez es mi acogida,
como bahía ante un mar encrespado.
Finalista VIII Concurso de Sonetos. Vivir y contar.
Incluido en el libro Huellas.
Creatividad Literaria. España. Agosto 2023.
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