Cuando el sol se va poniendo en el ocaso del mar, todo se torna rojizo. Y mientras el poeta enamorado aguarda en la playa que ella concurra a su cita amorosa, contempla las mágicas figuras dibujadas por las nubes. Ya en el crepúsculo, puede ver como el sol brillando sin esperanza, se va desvaneciendo, más allá de ese horizonte lejano e inalcanzable.
Entonces, al sentir que ella no viene, también sus esperanzas de amor se van apagando como las del sol, y al alejarse más y más, se tornan también lejanas e inalcanzables.
Finalmente, la tenue luz del sol se apaga y la oscuridad gana el horizonte del mar, el que poco a poco se va sumergiendo entre las sombras cuando cae la noche. Ella no ha venido. Sin embargo el alma del poeta aún no se da por vencida, esperando en la playa que ella aparezca en esa noche, al emerger la luna en el cielo.
Seleccionado VIII Concurso de Microrrelatos.
Cuando cae la noche.
Versos Compartidos. Montevideo. Uruguay.
Julio 2023.
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