Una roca se me interponía ante ella para poder alcanzar su amor, pero en esa roca yo planté un rosal como forma de trasponerla. Esperé con paciencia y por cada rosa que nacía y que la roca rechazaba, yo esperaba que surgiera otra rosa más bella y persuasiva. Y así, con muchas esperanzas seguí adelante regando a ese rosal con mucha perseverancia y cariño. Hasta que un día nació en el rosal una rosa tan hermosa y convincente, que con su fragancia perforó la roca y por fin pude alcanzar su amor.
Finalista IX Concurso de Microrrelatos. La mujer en el mundo.
Incluido en el libro Ante el abismo.
El Muro del Escritor. España. Abril 2023,
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