Con un esfuerzo supremo asomó su cabeza, porque apretujado en ese lugar cerrado se estaba asfixiando. Allí comprendió con mucha inquietud que si o sí, debía tratar de salir de allí. Con hábiles movimientos liberó sus brazos, y poco a poco fue desplazándose con mucha dificultad. Pero al llegar a la salida volvió a quedar atrapado. Finalmente, empujando con otro esfuerzo supremo, a duras penas logró bajar en la estación, desde el interior de ese subte abarrotado de gente.
Finalista VIII Concurso de Microrrelatos. Luces de agosto.
Incluido en el libro: Brilla el verano.
El Muro del Escritor. España. Septiembre 2022.
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