Unas gotas que provienen de lo alto
caen desde una nube divertida,
y a la luna se la ve distraída
reflejada en los charcos del asfalto.
Pero un trueno produce un sobresalto
con el viento ya en lenta arremetida,
relámpagos alumbran la avenida
y un diluvio la toma por asalto.
Mas pasa fugaz la nube dañina,
y al llevarse el verano el chaparrón,
un cielo despejado se avecina.
Y haciéndole cosquillas a un balcón,
la luna, muy curiosa y femenina,
se asoma entre unas nubes de algodón.
Finalista VII Concurso de Sonetos. Tardes de verano.
Incluido en el libro: No correspondido.
Creatividad Literaria. España. Septiembre 2022.
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