Un día en mi balcón una margarita
en soledad apareció en el lugar,
se veía muy bella con su ramita
pero una compañía ansiaba lograr.
En esa altura se mostraba señera
y en su maceta yo la empecé a regar,
pues pensaba que su solitaria espera
con el agua pura podría calmar.
Hasta que un día la busqué con anhelo
porque a la flor no la podía encontrar,
ella con su ramita remontó vuelo
y al jardín de planta baja fue a parar.
La fría noche apoyada por el viento
no habían logrado a la flor doblegar,
y no estaba sola en ese nuevo asiento
porque un "margarito" la iba a acompañar.
Finalista VIII Certamen de Poesías. Lluvia de letras.
Incluido en el libro La calle.
Letras Como Espada. España. Mayo 2022.
Hermoso. Cuando se ama, se es feliz con la felicidad del ser amado.
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