Un
afamado escritor de poemas amorosos decidió un día cambiar de tema.
Es que inmuido su espíritu en un aire borgiano, se había inspirado en el furibundo
duelo de dos cuchilleros en el parque, donde envueltos en un mar de
sangre, uno moría y el otro agonizaba en una noche de luna llena. Su obra la titularía poéticamente “Bajo un claro de luna”. ¿Lo
criticarían sus románticos lectores cuando leyeran esa terrible
poesía sangrienta? Decidió no pensar en ello y rápidamente
comenzó a teclear.
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