martes, 21 de julio de 2020

Lágrimas de dolor

Lloran las nubes del cielo
sus lágrimas de dolor,
por esa tragedia de ella
que yo pretendo olvidar.

Y cuando cae la lluvia
mojando a mi soledad,
esas gotas desdichadas
mi pena hacen recordar.















Seleccionado V Concurso de Poesías. Tragedias poéticas.
Publicado en el libro: Tragedias poéticas V.
Diversidad Literaria. España. Julio 2020.

lunes, 20 de julio de 2020

La isla de los murciélagos

Había una vez un joven español que en el siglo XVIII quería adquirir conocimientos para ser mercader, y para ello se enroló como grumete en la tripulación de una nave que se dedicaba al transporte de mercaderías. Lo que no sabía el muchacho era que en realidad se había embarcado en un barco pirata. Hizo ese descubrimiento por casualidad, cuando un día escuchó sin que se dieran cuenta al capitán del barco hablar con unos tripulantes mostrándoles un mapa.
— Tenemos que recuperar el cofre con el tesoro que robamos al galeón español y escondimos en una cueva inexplorada de esta pequeña isla de los murciélagos —, decía el capitán, mientras marcaba en el plano de la isla, el lugar exacto donde se encontraba la cueva.
El joven sintió indignación y rabia al enterarse de que estaba navegando en un falso barco mercante y que ellos habían robado a ese galeón, hecho que por otra parte, se había comentado mucho en el pueblo donde vivía. Entonces se ocultó mejor para que no lo vean y después de escucharlos durante un largo rato hablar sobre el tema, se le ocurrió un plan para rescatar ese cofre.
Unos días después avistaron la isla de los murciélagos y el joven que había buscado ganarse la confianza de la tripulación, se ofreció a acercarse con el bote hasta la isla, para comprobar si podían entrar sin ser detectados, dado que normalmente se efectuaban patrullajes de control, porque solían concurrir generalmente allí numerosos pescadores, que se disputaban la abundante pesca del lugar. Como ni el capitán ni los demás secuaces sospecharon nada lo dejaron ir remando hacia allí.
Cuando llegó a la playa, el muchacho se internó en la vegetación y luego de cazar a uno de los tantos murciélagos que habían en la isla, comenzó a preparar la escena tiñéndose la cara y los brazos de color morado, y después fue corriendo hacia la playa.
— ¡No conviene que desembarquen! La isla está deshabitada y hay carteles de peligro, porque fue invadida por un virus maligno muy contagioso y muchos murciélagos han muertos —, les gritó con toda la fuerza de sus pulmones, agitando con las manos el murciélago y tosiendo a más no poder.
El vigía al verlo desde lo alto del palo mayor, dio la voz de alerta:
— ¡En la isla hay un virus maligno transmitido por los murciélagos y el grumete que parece que tiene fiebre y está tosiendo como loco, nos está advirtiendo de que es peligroso que desembarquemos.
— ¡Huyamos y abandonemos a ese muchacho allí, porque es seguro que si vuelve al barco, nos contagia a todos!, — dijo el capitán pirata.
— ¿Pero y si se salva y nos delata?—, preguntó tímidamente uno de sus secuaces.
— No te preocupes que no sabe nada ¡Vayámonos de aquí y volveremos cuando cese la emergencia y no haya peligro con ese virus! —, le respondió el capitán pirata con firmeza.
Fue así que los asustados tripulantes del barco pirata, izaron las velas y se marcharon internándose en el mar, sin sospechar absolutamente nada.
Cuando el joven perdió de vista al barco, se dirigió a la cueva donde se encontraba el cofre con el tesoro y luego de espantar a algunos murciélagos que revoloteaban sobre el mismo, lo trasladó hacia donde se encontraba el bote. Luego de cargarlo, empezó a remar buscando ayuda de alguno de los barcos de pescadores que navegaban por las cercanías del lugar, hasta que después de algunas horas, ante su sorpresa, apareció para rescatarlo nada menos que una nave de la Armada Real Española.
Cuando el joven le contó al capitán del barco todo lo ocurrido, éste quedó admirado por el coraje del muchacho y diciendo que le devolverían el cofre a sus dueños legítimos, le ofreció un puesto de marinero. Fue así, que el joven que había pretendido en un principio ser un buen comerciante, cambió de idea, porque le gustó mucho esa proposición y la aceptó con alegría.
— Esta será tu primera misión en la Armada—, le dijo sonriendo el capitán del barco, dándole la bienvenida a su participación en la persecución del falso barco mercante, la que finalmente terminó en forma exitosa, con la captura del capitán pirata y de todos sus secuaces.
Dicen que con el transcurso del tiempo, aquel joven y valiente marino llegó a ser designado como capitán de uno de los más importantes barcos de la Armada Real Española.
Y colorín colorado este cuento ha terminado.

Moraleja: Tengan en cuenta que hasta los piratas le tienen miedo a los contagiosos virus. ¡Por favor niños, cuídense! 




 
 
 
 

 
 
 
 
Convocatorias de Relatos Niños. Taller Virtual VI.
Pubicado en el libro: De tesoros y piratas. 
Blog Beatriz Chiabrera de Marchisone
Crusellas, Santa Fe. Argentina. Julio 2020.

A mis amigos de Facebook

Me agradan las opiniones vertidas,
y los bellos mensajes recibidos,
con muchos halagos inmerecidos
en las amables frases emitidas.

Al comentar mis cosas compartidas
en mi corazón siento los latidos,
al saber los efectos producidos
por esas inquietudes difundidas.

Y como me acompañan a mi lado
nunca me cansaré de agradecerles,
la amistad y el apoyo que me han dado.

Por eso un soneto quiero ofrecerles
con un abrazo muy emocionado,
como forma de poder complacerles.



viernes, 17 de julio de 2020

Su postrer poema

" Se silenciaron los rumores de las fuentes
y se dispersaron las luces en los confines,
acallaron su voz los querubines
y detuvieron su curso las corrientes..."

En el ocaso postrer de su postrer día
el poeta fue cerrando sus ojos lentamente,
quería seguir escrutando en el poniente
pero aquel poema inconcluso quedaría.

Los goznes rechinaron en la puerta
y la sombra de una sombra quedó quieta,
un ángel contempló a aquel poeta
y besó con amor su frente muerta.










Finalista V Concurso de Poesía. Héroes cotidianos.
Publicado en el libro Vivencias.
Tu Concurso Literario. España. Julio 2020.

Eppur si muove

Era un astrónomo de los seres inteligentes que habitaban un diminuto planeta verdoso, y que volaba majestuoso dotado de los atributos que le daban sus enormes alas. Estaba indeciso en develar su hallazgo a sus intolerantes congéneres, que creían con soberbia que habían sido creados por Dios a su imagen y semejanza y que vivían en el centro del universo, porque veían que todo el cielo giraba en torno de ellos. 
En el ocaso del pequeño día, el sol ya no se mostraba en el curvado horizonte anunciando la oscuridad que fue cayendo de golpe. Se posó en la altura de una roca y se abrigó acurrucándose en sus plumas mientras escudriñaba el magnífico espectáculo del cielo estrellado en la noche. 
Entonces, hinchando el plumaje de su cuello, alzó su pico para emitir con toda su fuerza un canto sublime dirigido hacia el cielo.
Dios, he descubierto que nuestro planeta no está fijo en el universo. ¿Como hago para convencer de su error a los seres de este mundo en medio de tanta intolerancia?
Por un instante escuchó el eco de su propio canto al que nadie respondió, pero después de un momento, divisó que unas estrellas se movían en el cielo oscuro, y fue percibiendo un murmullo lejano, que poco a poco se fue haciendo voz. 
Diles “eppur si muove”, “eppur si muove”, le repetía Dios, que se reía en el cielo apoyado en las estrellas. Ya le había pasado lo mismo con un tal Galileo Galilei ante otros seres soberbios e intolerantes que vivían en un pequeño planeta azulado del universo.









Finalista V Concurso de Cuento breve. Héroes cotidianos. 
Publicado en el libro Vivencias.
Tu Concurso Literario. España. Julio 2020.


Te busco en la luna

Cuando ya cae la tarde
me van cubriendo las sombras,
pero mi alma se ilumina
queriendo verte otra vez.

Y cuando llega la noche,
yo me calzo tus zapatos,
para buscarte en la luna
ansiando alcanzar tu amor.














Finalista V Concurso de Micropoesías. 
Calzando tus zapatos entendí.
Publicado en el libro Mi luz. 
Concurso Literarios en Español. España. Julio 2020.

Camino del amor

Por más que había caminado mucho en mi vida, nunca había sentido amor por nadie. Pero al verla tan dulce como la miel en aquella fiesta, comenzó a latirme fuertemente el corazón. Al acercarme tuve temor que desechara mi invitación, pero sonriente aceptó bailar conmigo y luego entre risas transcurrió la noche de nuestro encuentro. A partir de allí, me calcé sus zapatos en el camino de mi vida y desde entonces pude entender lo que era el amor.

 











Finalista V Concurso de Micronarrativas.
Calzando tus zapatos entendí.
Publicado en el libro Mi luz.
Concurso Literarios en Español. España. Julio 2020.

jueves, 16 de julio de 2020

Besos de luna

Enamorada
y con su ajuar de plata
besa la luna.

Dímelo luna:
¿Si te escribo un poema
me das un beso?

Ansío amor
y ella faltó a la cita.
¡Bésame luna!











Finalista VI Concurso de Haikus. Bajo un claro de luna.
Publicado en el libro Existencia. 
Mundo Escritura. España. Julio 2020.

Las penas de la luna

La luna ve al poeta encandilado
porque ella es la excusa de su locura,
con versos que le escribe sin premura
en las noches, feliz y enamorado.

En su vida siempre lo ha acompañado
y lo alienta en su mundo de hermosura,
mas a veces pierde la compostura
pensando que él nunca estará a su lado.

Otros hombres a la luna llegaron
le sacaron polvo en una probeta,
y después con su pena la dejaron.

El poder estudiarla era su meta
y en sus naves espaciales volaron,
pero no hubo lugar para el poeta.










Finalista VI Concurso de Sonetos. Bajo un claro de luna.
Publicado en el libro Existencia. 
Mundo Escritura. España. Julio 2020.

Bajo un claro de luna

Un afamado escritor de poemas amorosos decidió un día cambiar de tema. Es que inmuido su espíritu en un aire borgiano, se había inspirado en el furibundo duelo de dos cuchilleros en el parque, donde envueltos en un mar de sangre, uno moría y el otro agonizaba en una noche de luna llena. Su obra la titularía poéticamente “Bajo un claro de luna”. ¿Lo criticarían sus románticos lectores cuando leyeran esa terrible poesía sangrienta? Decidió no pensar en ello y rápidamente comenzó a teclear.














Finalista VI Concurso de Minicuentos. Bajo un claro de luna.
Publicado en el libro Existencia.
Mundo Escritura. España. Julio 2020.

miércoles, 15 de julio de 2020

El viejo desván

Lleno de nostálgicos pensamientos
ansioso al desván subí cierto día,
porque quería recordar momentos
que a mi vida le dieron alegría.

Y en aquel desordenado muestreo
de cuadros, libros y muebles añejos,
el observarlos fue como un paseo
que me condujo hacia los tiempos viejos.











Finalista V Concurso de Micropoemas. Limpiando el desván.
Publicado en el libro Estigmas.
El Muro del Escritor. España. Julio 2020.

Los fantasmas del desván

Mientras subía por la escalera escalón por escalón para ir al desván, rememoraba los tiempos de mi niñez. En aquella época estaba seguro de que allí vivían los fantasmas y que cuando llegaba al último peldaño, siempre abría la puerta de entrada de ese lúgubre lugar, con miedo, suspenso y recelo.
Pero ahora en mi vejez, al acceder al desván y ver tantas cosas antiguas, aquellos fantasmas del pasado son los recuerdos de mi vida que me llenan de nostalgias.









Finalista V Concurso de Microrrelatos. Limpiando el desván.
Publicado en el libro Estigmas.
El Muro del Escritor. España. Julio 2020.

martes, 14 de julio de 2020

Enfermo de soledad

Apenado el poeta por su ausencia
buscó con una utopía ilusoria,
encontrarla dentro de su memoria
en el triste mundo de su conciencia.

Fue a un bar queriendo hallar esa evidencia
y al embriagarse consiguió una euforia,
que lo apaciguó en forma transitoria
al percibir en su alma su presencia.

Con su pluma le confesó que su huida,
fue para él muy amarga y dolorosa
volviéndose su existencia sufrida.

Escribía viendo a ella muy hermosa,
pero sintió al terminar la bebida
una inmensa soledad en su prosa.










Finalista VI Certamen de Sonetos. Dante Alighieri.
Publicado en el libro Haikus y Sonetos XLVIII.
Letras como Espada. España. Julio 2020.

Primavera

La primavera
nace tan primorosa
como un capullo.

Cuando amanece
lo perfuman al parque
miles de flores.

Con devoción
besa la mariposa
a la amapola.

Cuando a un pimpollo
le canta un ruiseñor
se abre de amor.

Llega la noche
y la luna es poema
en primavera.













Finalista V Certamen de Haikus. Jorge Luis Borges.
Publicado en el libro Haikus y Sonetos XLVIII.
Letras como Espada. España. Julio 2020.