Fue la primera computadora que revolucionó las tareas de una oficina pública. Pero con el pasar del tiempo se colgaba permanentemente y los usuarios la reemplazaron por varias más modernas. Luego la guardaron en un armario, en la que su memoria virtual la envolvió de nostalgias, recordando los datos almacenados durante toda su vida. Pero luego de pasar un tiempo, tuvo suerte y se apiadaron de ella. Aquí esta ahora, expuesta en la vitrina de objetos antiguos de esa oficina.
Finalista X Concurso de Minicuentos. Cosas pequeñas.
Incluido en el libro: Discreto amanecer.
Mundo Escritura. España. Octubre 2024.
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